
La industria textil es una de las más agresivas con el medio ambiente, debido en gran parte a las ingentes cantidades de agua necesarias para el cultivo de algodón: una sola camiseta, sin ir más lejos, requiere miles de litros. Conoce las alternativas que te ofrece la moda sostenible.
La opinión de nuestras expertas
La Moda Sostenible está en el punto de mira del NESI Global Forum 2019. Esta edición se centrará en cómo alcanzar nuestros objetivos globales: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y la Agenda del Cambio Climático, a través de la acción local. Para ello, hoy entrevistamos a Andrea Somma Genta, Gema Gómez y Paloma G. López, tres referentes nacionales de moda sostenible a las que planteamos la pregunta:
¿Qué habría que hacer para alcanzar una moda más ética?
Andrea Somma Genta, CEO & Founder de OMINA FOUNDATION
¿Qué podemos hacer para alcanzar una moda más ética?
Educar, educar, educar. Cuanto más educado esté el consumidor mayor presión ejercerá sobre la industria en pos de la sostenibilidad ambiental y social. Transparencia en la cadena de producción y sistemas productivos que no sólo no dañen el medioambiente sino que también ayuden a regenerarlo, son dos atributos que los consumidores tenemos que ir incorporando cada vez más al criterio de selección de nuestra ropa.

¿Cómo crees que será la moda en 2030?
La disrupción generada por las nuevas tecnologías tendrá un impacto significativo en la forma en que consumimos y entendemos la moda. Textiles “autolimpiantes”, prendas personalizadas que además se adapten a las diferentes estaciones del año, realidad virtual para escoger lo que más nos favorece, todo esto parece posible. Lo importante es que la sostenibilidad será cada vez más relevante en la moda y es de esperar que acabe siendo esencial.
Esta industria tiene demasiada incidencia en el estado del planeta como para seguir ligada a un paradigma del Siglo XX. Afortunadamente, los nuevos modelos de negocio de alquiler y canje de prendas también están proliferando gracias a las nuevas tecnologías por lo que cada vez hará menos falta comprar algo nuevo para estrenar un nuevo look.
Gema Gomez de Pablo, directora de Slow Fashion Next con más de 10 años de experiencia en el sector de la Moda Sostenible nos cuenta:
Siendo realistas no se puede esperar un cambio completo en esa fecha porque es demasiado cercana y las transformaciones profundas son lentas, pero sí que tengo la completa convicción de que todas las marcas de moda que han ido naciendo a lo largo de esta década con criterios de sostenibilidad se han profesionalizado y han mejorado en sus criterios y en su forma de llegar al cliente final. Estas marcas se están convirtiendo en lo que van a ser las líderes de ese futuro en consonancia con los objetivos de desarrollo sostenible.

Estás marcas han nacido sabiendo que tienen que ser transparentes y que les toca regenerar lo que modelos de negocio agresivos basados en el PIB han destruido. Estás marcas no son ajenas a la tecnología pero mientras que otras multinacionales buscan que la tecnología les sirva para seguir ganando más en esa carrera obsesiva por el crecimiento infinito, estas empresas usan la tecnología para mejorar y aportar más valor tanto social como medioambiental. Igualmente están aprendiendo los conceptos básicos de Economía circular que les permitirá ser la alternativa para no generar residuos y poder colmar las expectativas de los millennials que como bien sabemos ahora están en la calle después de que la activista sueca Greta Thunberg haya comenzado el movimiento #Fridaysforfuture.Estos jóvenes saben que tienen el poder en sus monederos y como una chispa encendida van dejando huella por las redes de lo que quieren y solo aquellas marcas que estén dispuestas a darle respuesta serán las ganadoras. Por supuesto podemos y debemos alcanzar una moda más ética al igual que todas las demás industria en ello va nuestra propia supervivencia y la de los que vienen detrás.
Paloma G. López, CEO Fundadora The Circular Project y Presidenta MSMAD Asociación Moda Sostenible de Madrid, nos cuenta:
– ¿Cómo crees que será la moda en 2030?
Tal y como está evolucionando todo y el empuje que está teniendo de dos años a esta parte lo que tiene que ver con la moda sostenible, desde de mi punto de vista, ya no se considerara en el textil ningún proyecto que no se desarrolle siguiendo la premisas del triple balance positivo: ecológico, económico y social.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos están poniendo las pilas a todos los sectores y desde las instituciones comienzan a contemplarse con seriedad todas nuestras propuestas y oír lo que tenemos que decirles. Esto es muy bueno pero, a mi juicio, sus mecanismos resultan obsoletos y poco eficientes para enfrentar los retos a los que nos enfrentamos. Hay que actuar y actuar ya porqueel cambio climático no espera pero la burocracia nos limita y asfixia. No obstante, estoy muy contenta cómo el Ministerio de Transición Ecológica lo está trabajando.
– ¿Qué podemos hacer para alcanzar una moda más ética?
Cada uno de nuestros actos individuales es muy importante y decisivo, el cambio viene de nosotros. Somos nosotros quiénes obligamos a las grandes empresas y a las multinacionales a tomar medidas cuando ven qué apoyamos con nuestras compras y con nuestros nuevos hábitos.
A nivel más general me parece muy interesante la Global Fashion Agenda 2019 donde detalla de forma muy clara las ocho prioridades en las que nos tenemos que enfocar, cuatro prioridades básicas de aplicación inmediata: trazabilidad, cambio climático, uso del agua y riesgos laborales, y cuatro a largo plazo para conseguir un cambio estructural: materiales sostenibles, reformas salariales eficaces, moda circular, cuarta revolución industrial.
Se nos presenta un reto por delante apasionante y una época completamente nueva para todos y el compromiso proactivo por parte de todos es decisivo.