Este post tiene como origen el estudio del impacto económico-social y ambiental que tiene iniciar una nueva práctica deportiva en Sevilla. Proyecto desarrollado para el programa formativo “Especialista en Nuevas Economías Aplicadas a Organizaciones Públicas y Privadas”, realizado por José Luís Acedo, Jesús Batres, Claudia Castro, Antonio Cuéllar y Ana Lara.
¿Qué provocó nuestra inquietud?
Cualquiera de nosotros tiene ingente cantidad de material deportivo que no usa en casa y que compró para iniciarse en un deporte por primera vez y que, al poco, lo abandonó. Nuestra “percepción personal” del cúmulo de estos materiales, la baja circulación de los mismos en cuanto a alquiler-venta de segunda mano, lo poco extendido de prácticas de reciclaje, de regeneración de los mismos y de los insumos utilizados.
Quisimos profundizar sobre cómo impacta realmente en el medio ambiente, la cotidianidad del inicio en una práctica deportiva cuando comenzamos a adquirir los primeros materiales.
Para conocer la realidad del alcance sondeamos mediante una encuesta realizada con la herramienta de Google, una batería de seis preguntas a una muestra de 108 personas de Sevilla, que incluía, además del sexo y edad de los participantes, cuestiones relacionadas con hábitos de compra-venta y posterior uso de los materiales.
Las conclusiones más relevantes que obtuvimos:
- Las personas encuestadas de todos los rangos de edad y sexo, compran material nuevo para iniciarse en un deporte.
- Mayoritariamente, declaran no contemplar la compra de segunda mano de material deportivo de iniciación, así como la venta del suyo propio, lo que se traduce en cifras en un 85% y 91% respectivamente.
- Si bien, la inversión realizada en la compra de material deportivo para iniciarse en un deporte no es elevada, un 70% gasta menos de cien euros, tiene como consecuencia directa una acumulación altísima de material, y en concreto, un 30% no lo ha usado más de tres veces en el año.
Datos obtenidos sobre gasto en compra del nuevo material.
Datos obtenidos sobre frecuencia de uso del nuevo material comprado.
4. Los encuestados tras ser conscientes que abandonan la nueva práctica deportiva, tampoco tienen la motivación suficiente de ponerlo a la venta y como consecuencia, lo acumula en casa.
Por peso específico los principales motivos para vender el material, además de un beneficio económico, es la concienciación medioambiental y la optimización de espacio frente a aquellos que lo donan/regalan.
Buenas prácticas
Estas conclusiones nos respaldaron para comenzar a plantear ejes de actuación y propuestas de buenas prácticas desde los diferentes enfoques de las Nuevas Economías: propósito, sostenibilidad y regeneración, colaboración.
Propósito
La práctica deportiva, por su condición de actividad vinculada al bienestar físico, la salud y la relación con el entorno, constituye una excelente plataforma desde la que favorecer una reflexión individual y colectiva sobre las necesidades personales y colectivas y el modo de satisfacerlas atendiendo igualmente a las exigencias de sostenibilidad de nuestro planeta.
La necesidad de incorporar esta visión a todos los agentes involucrados en la generación de hábitos de consumo vinculados a la práctica deportiva, nos lleva a definir las siguientes buenas prácticas:
- Campañas de concienciación en la etapa escolar para fomentar el deporte medioambientalmente responsable.
- Congreso “El deporte ante el reto de los ODS”. Evento para promover la colaboración público-privada y la concienciación sobre el impacto de la práctica deportiva en el entorno.
- Acciones de sensibilización con deportistas de élite para fomentar cambio de hábitos hacia la sostenibilidad.
- Carreras populares y maratones. Reutilización de camisetas en futuras ediciones, descuento al corredor que entrega camiseta de edición anterior o donación de camisetas al término de la prueba.
- Fomentar el uso de instalaciones infrautilizadas a un precio “social” para la práctica deportiva en el barrio.
Sostenibilidad y regeneración
Tras la última crisis, la sostenibilidad y la regeneración son ejes fundamentales y necesarios entre las personas, administraciones, empresas… sobre las que giran las actuales líneas económicas y proponemos como impulsores al cambio las siguientes buenas prácticas:
- Promover la práctica deportiva responsable, mediante la emisión de cero residuos al entorno donde se practique.
- Facilitar espacios, público/privados, para exponer y vender los materiales recuperados durante la celebración eventos deportivos.
- Actividades divulgativas para valorizar el concepto de reutilización del material deportivo.
- Gestión eficiente del agua y uso de tratamientos químicos para el mantenimiento de piscinas.
Colaboración
Promover el intercambio, préstamo, alquiler, compra de segunda mano como alternativas a una compra compulsiva, aprovechando las nuevas tecnologías que permiten flexibilidad e hiperconexión. En base a esta premisa, proponemos:
- Realización de talleres colaborativos de creación de prendas deportivas a partir de prendas utilizadas.
- Uso compartido de material deportivo mediante la creación de una plataforma digital que organice oferta y demanda dispuesta a compartir.
- CicloLoad para el transporte de pequeños objetos aprovechando rutas ciclistas por distintos municipios.
- Club de Deporte Sostenible, asociación o grupo de personas que desarrollan actividades para reducir el impacto medioambiental
- Crear grupos de voluntarios para limpiezas de entornos afectados por actividades deportivas.
Autores: Antonio Cuéllar González y Ana Lara Sánchez